Wednesday, December 14, 2005


Esta noche dejo atrás los souvenirs/recuerdos líricos del año, he decidido vaciar mi cuenta de correo electrónico. Con ésta ablución cibernética y ojalá mental se pierden los últimos vestigios de mis relaciones amorosas y de algunas amistades que quizá no resucitarán jamás. Mientras lo hago siento un dolor en el estómago y un dejo de melancolía que sin embargo acepto como a un viejo gato que se pasea entre mis pies, lerdo y adolorido, insomne y cabizbajo, silencioso y escalofriante al que estoy ya, demasiado acostumbrado.

Mientras hago la selección canto en voz baja "el tiempo no es mi amigo" al tiempo que siento la opresión en el pecho y la voz quebrarse: "Esta mañana he decidido de una vez, tirar papeles que no sirvan ya, he puesto algunos discos viejos y tus cartas ahí están. "

Lo hecho hecho está. Incluso al terminar ésto, me doy cuenta de que el dolor en el estómago no está y mi respiración es más pausada.

Si el tiempo se fué y se fué con mis amigos, así es y ya.

Monday, December 12, 2005

y por la tarde... (continuación)

He pasado una deliciosa tarde desestresante, entregado a las bondades del sueño, la lúbrica voyerista, la intimidad lírica.
La recreación de los sentidos y la parsimonia de la desobligación me prodigan fluidez vital, lucidez mental y la restauración de mi equilibrio karmático.

y por la tarde... (siesta guadalupana)

Adoro esos espacios de tiempo semiconscientes a medio camino entre el sueño y la vigilia pues me permiten trasladar material valioso de lo profundo de mi mente y materializarlo en el arte.

Lírica onírica


Es revelador como aunque uno se esfuerce y fatigue por esconder sentimientos, minimizarlos y hacerlos perdedizos éstos son tan profundos que un día cualquiera cuando uno se piensa vencedor la realidad nos golpea, riendo ufana y maquiavélica, con un sueño inquietante que trae abajo cualquier certeza previa.